La Biblia es la Palabra de Dios
Autoridad
La Biblia es la Palabra escrita de Dios, inspirada únicamente por el Espíritu Santo. Da testimonio inequívoco de Jesucristo, la Palabra viva. Atestiguada por la iglesia primitiva y concilios posteriores, es el informe fidedigno de la revelación de Dios, completamente verdadera en todas sus afirmaciones.
Las Escrituras han venido a nosotros a través de autores humanos, que escribieron, movidos por Dios, en las lenguas y formas literarias de sus tiempos. Dios continúa hablando, por la iluminación del Espíritu Santo, por medio de esta palabra, a cada generación y cultura.
La Biblia tiene autoridad sobre toda la vida humana. Ella enseña la verdad acerca de Dios, su creación, su pueblo, su único Hijo y el destino de toda la humanidad. También enseña el camino de salvación y la vida de fe. Nada que no se encuentre en la Biblia ni pueda probarse por ella ha de ser requerido como artículo de fe ni como algo necesario para la salvación.
La Autoridad del Antiguo Testamento
El Antiguo Testamento no es contrario al Nuevo. Ambos Testamentos dan testimonio de la salvación de Dios en Cristo; ambos revelan la voluntad de Dios para su pueblo. Las leye antiguas para los ritos y ceremonias, y los preceptos civiles para la nación de Israel no son necesariamente obligatorios para los cristianos de hoy. Pero por el ejemplo de Jesús estamos obligados a obedecer los mandamientos morales del Antiguo Testamento.
Los libros del Antiguo Testamento son: Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Josué, Jueces, Rut, 1 Samuel, 2 Samuel, 1 Reyes, 2 Reyes, 1 Crónicas, 2 Crónicas, Esdras, Nehemías, Ester, Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantares, Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías.
El Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento cumple e interpreta el Antiguo Testamento. Es el registro de la revelación de Dios en Jesucristo y el Espíritu Santo. Es la palabra final de Dios sobre la humanidad, su pecado, la salvación, el mundo y su destino.
Los libros del Nuevo Testamento son: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Hechos de los Apóstoles, Romanos, 1 Corintios, 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 Tesalonicenses, 2 Tesalonicenses, 1 Timoteo, 2 Timoteo, Tito, Filemón, Hebreos, Santiago, 1 Pedro, 2 Pedro, 1 Juan, 2 Juan, 3 Juan, Judas y Apocalipsis.